7 de noviembre, fecha en la que se busca reconocer el esfuerzo realizado por las personas responsables de distribuir y comercializar medios de comunicación gráficos, impresos en varios formatos de papel.

HISTORIA:

El Génesis de esta historia, lleva un nombre y es en honor a Florencio Sánchez, dramaturgo uruguayo autor del término que bautiza esta profesión que se está extinguiendo en la actualidad

Durante el año 1868, el entonces senador, escritor y abogado Lisandro de la Torre decidió crear un nuevo diario. Se trataba de La República, cuyo primer ejemplar circuló el 1° de enero de ese año. Con el fin de promocionar este medio gráfico, inspirándose en una iniciativa oriunda de Nueva York: los newboys. Se trataba de niños, quienes eran los encargados de promocionar estos periódicos.

Antes de esto, los diarios se vendían por correo, en las imprentas o por un sistema de suscripción. De esta manera, fue en las principales avenidas de la ciudad de Rosario, donde hicieron aparición un grupo de niños con ejemplares bajo el brazo, anunciando las noticias impresas en el diario ofreciendo su respectiva venta   a los transeúntes.

Esta estrategia fue todo un acontecimiento para el público.

El nuevo método resultó más económico para los diarios, debido a que ahorraba la intervención del servicio postal, abaratando costos. Los años siguientes vio el nacimiento de los kioscos y puestos dedicados a la comercialización de diarios y revistas.

Sin embargo, el término surge debido a la repercusión del sainete «Canillita» de Florencio Sánchez. La obra recrea la situación de un niño de unos 15 años aproximadamente, que trabaja vendiendo periódicos en las calles para mantener a sus padres, y que es tal su pobreza que tiene unos pantalones relativamente nuevos que le han quedado cortos, al crecer el personaje en su adolescencia muestra así sus «canillas».

La palabra «canillita» es un lunfardismo que, con los años pasó a ser parte del idioma habitual de Argentina, incluso siendo adoptado en otros países vecinos. Inicialmente, se usaba para nombrar a los menores que vendían periódicos en la calle. Luego se comenzó a denominar a cualquier vendedor callejero de periódicos cualquiera fuera su edad. Además, el término se trasladó también a los vendedores de periódicos y revistas fijos en puestos o kioscos.

Como dato curioso la palabra canillita llegó hasta Ecuador a inicios del siglo pasado, que luego continuó con el desarrollo de los tradicionales medios de comunicación impresos y la aparición de otras grandes empresas periodísticas monopólicas donde se les dio identidad participativa en la cadena de producción y Márquetin.

En la actualidad y en todo el mundo, como en nuestro país, llaman canillita a quienes ayudan a distribuir, repartir y comercializar la edición impresa de cualquier medio de comunicación en cualquier formato o dimensión.

 El 7 de noviembre en Argentina,

En esta fecha se conmemora la muerte de Florencio Sánchez. Por lo que  pasó a ser oficialmente desde 1947 el día del canillita. En este día no se editaban diarios, siendo un día de descanso para los trabajadores de la actividad.

Durante los ’90 algunos diarios comenzaron a distribuirse durante esa fecha, dando a los canillitas la opción de trabajar si así lo desearan. Nuevamente, en 2007, por una iniciativa de Héctor Recalde, el congreso aprobó una ley que, se hizo oficial el día no laboral.

Dos años después, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó un decreto en el que se declaraba a los canillitas como trabajadores en vez de vendedores. Además, se les otorgó exclusividad en paradas habilitadas. Esto oficializaría el día del canillita como feriado para un rubro específico, poniéndolo en la misma categoría jurídica que otros.